Jonathan Bergman y Aaron Sams precursores del "Flipped Classroom"

Historia de la metodología

• Antecedentes de ambos creadores

Los antecedentes de Aaron Sams como de Jonathan Bergmann se remontan a 2006, cuando ambos comenzaron a impartir clase en la escuela Secundaria en la ciudad de Woodland Park, en Colorado. Jonathan venía de Denver y Aaron del sur de California, ambos constituyeron en el nuevo centro educativo el Departamento de Química, en la ya nombrada escuela que estaba constituida por  950 alumnos. Ambos comenzaron un proceso de conocimiento mutuo y entablaron cierta relación que les hizo ver las numerables coincidencias de pensamiento en cuanto a la educación que había entre ambos. De manera que, y por esta misma razón, decidieron entre ambos facilitarse mutuamente las planificaciones de las clases, repartiéndose el trabajo, como ejemplo: Aaron arreglaba un día el laboratorio y al día siguiente le tocaba a Jonathan, Aaron escribía el primer examen, y Jonathan el siguiente. Pronto ambos profesores se percataron de los inconvenientes u obstáculos que tendrían al enseñar en un centro situado en un entorno casi totalmente rural: Muchos estudiantes pierden gran número de las clases impartidas pues practican deportes u otras actividades no pertenecientes al instituto, Estos alumnos pues, invertían gran parte de su tiempo desplazándose en autobús, tanto para ir a clase como para asistir a las actividades deportivas. Como consecuencia, estos alumnos perdían las clases que ambos docentes impartían, si bien se esforzaban en seguirlas y comprenderlas. Es aquí entonces, cuando la concepción de educación cambia para los profesores de química, pues Aaron descubrió una revista de tecnología donde había un artículo sobre una aplicación que podía grabar una presentación de Power Point con voz y notas escritas, esta se podía convertir en archivo de audio y de esta forma ser distribuido fácilmente online. Al mostrarle la idea a Jonathan, la filosofía educativa de ambos cambió. En esos años Youtube comenzaba a “dar sus primeros pasos”, el vídeo online comenzaba a tener su posterior trascendencia, aun así no demasiado desarrollada para entonces. Ante este hecho, los profesores vieron en esta alternativa una buena opción para  evitar que los alumnos que no asistían a su clases perdieran las explicaciones de clase. De esta forma en el verano de 2007, ambos profesionales de la enseñanza, empezaron a grabar las sesiones utilizando un programa de captura de pantalla, tras esto ellos subían el vídeo a la red para que los alumnos ausentes pudieran acceder a la información transmitida. A ser verdad los autores reconocieron que empezaron a grabar las sesiones por puro egoísmo, es decir, por el beneficio que podría aportar a los alumnos ausentes y de esta manera no tener que volver a explicar lo que ya explicaron en la sesión presencial, convirtieron entonces aquellos vídeos en su línea de defensa. Los autores recrean en su libro una de las conversaciones más habituales que había entre el alumno ausente y el profesor:

“Alumno: M. Sams, no estuve en la clase pasada. ¿Qué me perdí?

M. Sams: Te diré qué, entra a mi sitio web, ve el vídeo que he subido y, ven a verme con cualquier pregunta que tengas.

Alumno: De acuerdo.”

.Los estudiantes ausentes adoraban las clases grabadas, pues de este modo podían aprender lo que se perdieron en la sesión en cuestión.Tras comenzar esta dinámica, muchos de los estudiantes que sí habían asistido a clase y atendido a la lección, empezaron a ver también los vídeos, otros en cambio los veían cuando estaban repasando para los exámenes de la asignatura, y esto se convirtió en un hecho que a ambos docentes fascinaba, pues ya no tenían que dedicar el tiempo de después de clase, las horas de comer o durante el tiempo utilizado a la planificación de las clases siguientes a la puesta al día de algunos alumnos. Es entonces cuando empiezan a llegar a los correos de ambos profesores mensajes de otros docentes y los estudiantes de todo el mundo, ya que los vídeos estaban en línea, en internet expuestos, para darles las gracias por haberlos subido. Eran pues otros alumnos, que al igual que sus propios alumnos, tenían dificultades con la química, así pues, empezaron a usar estos vídeos para comprender y aprender mejor la materia.

Aaron Sams y Jonathan Bergmann empezaron a participar en foros online para profesores y compartieron los vídeos de sus clases grabadas, muchos docentes del país prestaban atención  a su trabajo. Muchos profesores de química, como ellos mismos, empezaban a usar las grabaciones subidas a la red para apoyar las explicaciones de los profesores suplentes, incluso muchos docentes con poca experiencia usaron estos videos para aprender cómo enseñar algunas partes de la asignatura. Este hecho fué algo extraordinario, dos profesores de un pueblo de Colorado estaban repercutiendo en docentes de todo el país.

• Orígen, así nació la “clase al revés”

Tanto Aarons Sams como Jonathan Bergmann habían sentido previamente, en sus 37 años dedicados a la enseñanza, frustración al ver que los estudiantes no conseguían en muchas ocasiones utilizar la información teórica en contenido útil para la realización de las tareas. Todo cambió cuando se dieron cuenta del simple hecho de que: “El momento en que los alumnos necesitan que esté físicamente presente con ellos es cuando se atascan en un tema y necesitan mi ayuda personal. No me necesitan en el aula con ellos para darles contenidos; los contenidos lo pueden recibir por su cuenta”. Tras este pensamiento de Aaron Sams, procedió a la solución y fué entonces cuando se preguntó “¿Qué pasaría si grabáramos todas nuestras exposiciones, los alumnos vieran el vídeo como ‘tarea’ y luego dedicáramos todo el tiempo de la clase a ayudarlos con los conceptos que no entienden?.Es de esta forma pues, como nace la “Clase al revés” o “Clase Invertida”, tras la reflexión de Aaron, ambos docentes se propusieron grabar todas las lecciones de química y química avanzada durante el año escolar 2007-2008, para agilizar el trabajo, cada uno desarrollaba el temario de las citadas asignaturas, de esta forma podían intercambiarlas y tener material de ambas asignaturas aprovechable por ambos profesores. Claro es que, al tratarse de un cambio de metodología, costó muchos “madrugones” y noches en vela de ambos docentes.

Los estudiantes del pueblo en el que impartía Aaron y Jon, tenían “horario extendido”, esto quiere decir que cada día veían a sus alumnos 95 minutos. Cada tarde los estudiantes veían los vídeos como tarea tomando notas sobre lo aprendido así como las posibles dudas. Al realizarlo de esta manera ambos descubrieron que sobraba tiempo para la resolución de problemas y el uso del laboratorio más veces con los alumnos y ampliar así, el repertorio de experimentos, de hecho era la primera vez en las carreras de ambos que acababan las actividades que debían finalizar los estudiantes a lo largo del período escolar. Los alumnos respondían favorablemente a la nueva metodología y acababan veinte minutos antes todo su trabajo, era obvio que este método era más eficiente que la clase magistral y la resolución de ejercicios en casa de forma individual.

Estos docentes usaron el modelo de la clase al revés durante un año, tiempo durante el cual se sintieron bastante satisfechos con la manera en la que sus estudiantes iban aprendiendo, pues había evidencias de que el nuevo modelo implantado funcionaba mejor que el tradicional

Antes de seguir explicando el nacimiento de esta metodología es necesario mencionar ciertos hechos importantes que hagan comprender en su globalidad el origen de la clase invertida:

- Aaron Sams y Jonathan Bergman no fueron los docentes pioneros en el uso de video tutoriales en clase como herramienta de aprendizaje y enseñanza, eso sí, fueron de los primeros que defendían el uso de las mismas. Por otro lado hay docentes que usan conceptos que aparecen en el libro de estos profesores de colorado, mas no usan el vídeo o podcast como herramienta de enseñanza.

- A ellos no se les ocurrió la expresión de “Clase al revés”; ciertamente no pertenece a nadie, se hizo popular gracias a los medios y hoy por hoy permanece asentada en el ámbito educativo, la “clase al revés” no existe como tal, sino que depende de la postura que el docente quiera adoptar, no usando solamente libro y pizarra, sino optimizando el tiempo de clase con las herramientas tan útiles que tenemos en el siglo XXI, todas ellas pertenecientes a las TIC, que permiten enviar información y recibirla en tiempo real.

• Surge el modelo de aprendizaje para el dominio de la “clase al revés”

Al final de cada curso, estos profesores pedían a sus alumnos que realizaran un proyecto en el que se pedía un análisis de una sustancia que hubiera en las casas de los estudiantes y determinaran alguna propiedad cuantitativa de esta. Pues bien, el año que se puso en marcha el modelo de “Flipped Classroom” los estudiantes debían analizar un refresco y determinar el porcentaje de ácido fosfórico que había en dicho refresco. Se esperó entonces, un nuevo estándar de resultados tras la aplicación de la nueva metodología educativa. Para determinar el nivel de materia aprendida por parte de los estudiantes, los profesores  mantenían una entrevista con cada uno de ellos, se realizaban preguntas conceptuales que tenían como objetivo encontrar la materia realmente aprendida en sus clases de química. Para sorpresa de ambos docentes, fué una desilusión encontrar que aunque el grupo había obtenido mejores resultados en los exámenes con respecto a grupos anteriores, daba la sensación de que sólo habían aprendido para el exámen y que no tenían el dominio y maestría esperada en los conceptos esenciales que debían aprender aquel año en clase de química.

Al reflexionar sobre este asunto, llegaron a la conclusión de que, a pesar de los esfuerzos invertidos en adaptar la enseñanza a las necesidades reales de su alumnado, seguían motivando a los jóvenes para cumplir con el programa sin dar importancia al hecho de que pudieran o no estar listos. Fué entonces cuando ambos quisieron hacer que este modelo evolucionara aún más hacia una “clase al revés” que incluyera elementos suficientes para transformar el “aprendizaje” en “aprendizaje para el dominio”, como su propia expresión indica: para dominar lo que se está aprendiendo.

En este modelo ampliado y mejorado el estudiante lograrán los objetivos a su propio ritmo. En el modelo “tradicional” de la “Flipped Classroom”, todos los alumnos verían el mismo vídeo el mismo día,por lo cual luego en clase todos realizarían la misma actividad o el mismo trabajo de laboratorio, pero tras el año entero grabando material, esta vez tenían todo un repertorio en su videoteca útil para el alumnado llegadero “¿por qué todos los estudiantes tenían que ver el mismo tema a la vez?” se preguntaban, otro de los hechos que les hizo pensar en un cambio inminente fué la llegada de un alumna extranjera de intercambio, ella se inscribió en la asignatura de Jonathan. El contexto se complicó al saber que esta alumna llegaría a mediados del curso, justo a principios del segundo semestre. Jonathan preguntó si esta alumna tenía conocimientos previos relacionados con su asignatura, pero no era el caso, esta alumna llegó sin formación previa. Ahora que Jonathan y Aaron contaban con una extensa videoteca, era posible incluir a una alumna con estas características, hecho que anteriormente a la grabación de los videos no hubiera sido viable, es por esta razón que la nueva alumna podía trabajar a su propio ritmo los contenidos vistos en su asignatura, reflexión que llevó a Jonathan a aceptar a la chica en su aula. Esta chica, entonces, comenzó en la primera unidad en el segundo semestre y esta fue la manera en la que avanzó en el programa de química, conformado por diez unidades que que cubrían todo el año. Al acabar el semestre esta alumna había acabado ocho unidades, en el transcurso de seis meses, este fue el hecho detonante que hizo pensar a ambos docentes la posibilidad de adaptar con ese sistema no solo a los alumnos incorporados tardíamente, sino al grupo en general, de esta forma se propiciaría que todos los alumnos trabajaran con el material a su propio ritmo y de esta forma dominarlo, invirtiendo el tiempo que cada estudiante necesite. El objetivo de ellos era sin duda que los alumnos aprendieran química de verdad.

Ambos docentes no investigaron ni recibieron formación previa antes de poner en práctica este tipo de enseñanza, simplemente se lanzaron a desarrollarla. Tardaron un tiempo en descubrir que este tipo de enseñanza tenía una larga historia. Se ha investigado mucho sobre la puesta en práctica de este tipo de de sistema educativo, aunque como se comenta, ellos se lanzaron sin búsqueda de bibliografía en absoluto. Es por este hecho por el que en el primer año de aplicación del modelo cometieron muchos errores, por ello a final de curso ambos  se preguntaban si debían seguir con dicho modelo, pero los dos se dieron cuenta de que era demasiado tarde para dar marcha atrás. El modelo educativo funcionaba y los alumnos aprendían sino de manera óptima, mucho más eficiente que en cursos anteriores, se pretendía que el modelo evolucionara para formar estudiantes que desarrollaran y cambiasen sus habilidades y de esta forma transformarlos en estudiantes “autodirigidos”, es decir que ellos mismos regulasen sus procesos de aprendizaje y dominio de la materia.

• Evolución explicada

Como se ha descrito, el desarrollo de esta metodología surgió del objetivo de optimización del tiempo y solventar además las dudas de todos los alumnos, facilitando de esta forma que los alumnos menos activos en clase se involucren favorablemente, esta metodología tiene un sentido muy beneficioso para la interiorización y desarrollo del proceso de estudio, puesto que la ayuda que no tienen en casa para hacer las tareas, la tienen en clase con el propio tutor y la ayuda de su grupo de trabajo. Esta metodología no es muy nueva ya que, sus creadores,  Jon Bergmann y Aaron Sams, co-autores del libro “Flip your classroom: Reach every student in every class every day”, plantearon unos tres modelos relacionados con esta técnica de transmisión del conocimiento hace diez años:

    -Live Recording (2006-2007)

    -Flipped Classroom (2007-2008)

    -Flipped Mastery (2008 – 2009)

Entre estos tres modelos de concepción de la metodología “flipped classroom” hay ciertas diferencias que podemos entender como la propia evolución del propio paradigma.

Así pues, partimos del primero de todos “live recording” presentado en 2006, en el cual el docente utiliza un vídeo para la transmisión de la teoría, si bien, este vídeo consistía en grabar las propias clases magistrales presenciales, posteriormente y una vez impartida la clase, el profesor pondría a disposición del estudiantado dicho vídeo a través de un servidor; esto permitió que el estudiante revisara la clase a la que asistió (o no) y de esta forma comprender aquello que no había entendido en clase, así como regular su propio proceso de aprendizaje, no obstante, presentaba dificultades para el alumnado referentes a la duración del propio vídeo, ya que se trataba de vídeos de gran extensión que demandaban demasiado tiempo al estudiante y que, por tanto, aportaba poca efectividad.

Un año más tarde entre los años 2007 y 2008 se presentó el segundo modelo de Jon Bergman y Aaron Sams, más cercano a lo que entendemos hoy día como “flipped classroom”, pues se empezó a realizar un aprovechamiento óptimo de las clases presenciales ejecutando actividades prácticas en las mismas y aplicando los contenidos teóricos vistos en el vídeo correspondiente aportado por el docente. La diferencia entre este modelo y el anterior reside en la confección del propio vídeo, pues ya no se grababa la clase presencial, sino que el docente realizaba los vídeos explicativos relativos a cada contenido teórico, estos no alcanzarían mayor extensión de 10-12 minutos. Este material elaborado por el docente sería distribuido a los estudiantes al principio del curso para su visionado y revisión de cada estudiante, a partir de este momento se le empieza a denominar con el término “flipped classroom” a este sistema de impartición de clase. Se empezó a plantear actividades colaborativas sincrónicas entre práctica y teoría en distintos grupos de trabajo, es decir, cada alumno estaba integrado en una grupo pequeño de trabajo en el cual resolvería problemas y prácticas propuestas por el docente. Volviendo la mirada hacia atrás, el método de trabajo ha cambiado radicalmente, mientras en una metodología tradicional el alumno atiende a clase para escuchar la teoría y resolver la práctica solo en casa tras la clase presencial; en 2008 estos profesores de química e investigadores propusieron realizar la práctica supervisada en clase con la ayuda conjunta de todo el grupo de estudiantes y el propio docente, de forma que el proceso de interiorización del contenido teórico ahora sí es posible adaptarlo a cada estudiante, pues sólo depende del visionado el número de veces que cada alumno necesite, pudiendo así los estudiantes estar seguros de qué parte no entendieron o directamente solucionarla por sí mismos repitiendo la reproducción.

Para concluir en 2008 este sistema experimenta la última evolución, desemboca en “flipped mastery” y tan solo se diferencia del segundo modelo ( “flipped classroom”) en la explotación óptima del tiempo extra a través de la retroalimentación al estudiante, de manera individualizada y de forma presencial (en la hora de clase). La función del docente durante las clases presenciales habrá sido pues, apoyar y resolver las dudas del estudiantado, la propuesta de ejercicios que fomenten la profundización en el contenido y la nueva función en este último modelo sería la supervisión individualizada de cada estudiante a través de la observación revisando pues los elementos del proceso y los resultados en cada situación, pues ya no sería totalmente necesario que el grupo fuese al mismo ritmo, sino cada estudiante autoregula su aprendizaje.